El Morador de las Tinieblas
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Es un avatar de Nyarlathotep. El Morador es una entidad negra y gigantesca, similar a un murciélago, pero de cuerpo solo es parcialmente material, estando compuesto de una sustancia corrosiva capaz de disolver la piel humana al contacto. Su rasgo más característico es su brillante ojo trilobulado.

El Morador de las Tinieblas está vinculado a un objeto maldito, el Trapezoedro Resplandeciente. Al parecer, el Trapezoedro Resplandeciente procede de un lugar muy remoto, posiblemente otro planeta, aunque el primer testimonio relacionado con la presencia del Trapezoedro en nuestro mundo lo situó en Valusia. De allí pasó a Lemuria, a la Atlantida y finalmente a Egipto. En este último lugar debió ser invocado por Nefrén-Ka y posteriormente por Nitocris, los cuales se beneficiaron en múltiples ocasiones de su contacto con Nyarlathotep.

El Trapezohedro sería redescubierto en 1843 por el arqueólogo Enoch Bowen, quien lo usaría como el objeto sagrado en torno al cual fundaría la Iglesia de la Sabiduría Estelar. Usando el Trapezohedro, El Morador de las Tinieblas fue conducido a Providence, en concreto al interior de la antigua iglesia de la ciudad en la que hizo su sede el culto.

Dado que el Morador no soporta la luz, hizo su morada en un rincón oscuro del edificio e, incluso tras el cierre oficial de la Secta en 1877, la criatura permanecería allí, quedando con el paso del tiempo prácticamente olvidada. Sin embargo, en 1936 se formó un notable revuelo por la muerte de Robert Harrison Blake, ocasionada por el Morador de las Tinieblas y, sintiéndose amenazada por la expectación generada, la criatura escapó de la iglesia poseyendo el cuerpo del Doctor Ambrose Dexter. Posteriormente aprovecharía la influencia de este científico para cerrar rápido la investigación de la muerte y mantener a la población alejada de la verdad del caso.

En paralelo, el Morador de las Tinieblas habría sido venerado en Australia por La Secta del Murciélago de la Arena, vinculada al pueblo aborigen. Estos se referían al Morador de las Tinieblas como el Padre de Todos los Murciélagos, del cual creían que al principio de los tiempos se había enfrentado a la Serpiente del Arco Iris, avatar del dios Yig. También dicen que el Padre de Todos los Murciélagos se manifiesta como una tormenta de arena que surge de una cueva que está en el cielo. Otros nombres dados a este ser por los aborígenes son Ala Oscura y El Comedor de Caras, estando este último relacionado con la capacidad de esta criatura para derretir la piel humana solo con el contacto, lo cual le permitiría descomponer el rostro de sus víctimas, dando la impresión de haberlo devorado.

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